SER BUENOS ANCESTROS
Fuente: wsimag.com Vivimos en un momento y en una sociedad en la que nos obsesiona el tiempo. ¿Cuántas veces decimos “no me da la vida”? ¿Qué estamos haciendo mal para que la sensación de no disponer de tiempo nos persiga constantemente? Hace poco visité a mi tía de 82 años y no pude quedarme mucho tiempo charlando con ella. Y me dijo algo que sigue resonando en mi cabeza: “hoy en día, ya no tenéis tiempo para nada”. ¿Es esa la vida que queremos? Vivimos esclavos del tiempo y solo nos preocupamos por el ahora y poco más. Distraídos por la tecnología digital, pendientes de la información que de forma continua nos bombardea por cualquier canal o red social, vivimos con la angustia de estar constantemente perdiéndonos algo. Cuando realmente lo que nos estamos perdiendo es el olor de la primavera, el nacimiento de los primeros brotes del cerezo o esa conversación pausada con nuestra tía, tantas veces aplazada. Según el filósofo y sociólogo Hartmut Rosa, la concepción lineal del tiempo qu