AMADA CLARA

 

 


Amada Clara,

La vida no siempre es fácil y, mucho menos, en época de guerra. Pero, además de científicos, también somos personas, somos alemanes y eso conlleva unas obligaciones. Hay que tomar partido y decisiones que no siempre son fáciles de aceptar. Lo hice pensando que era lo mejor para nosotros. Creo que no debo recordarte que tu posición en esta guerra no ayudaba en absoluto, me atrevería a decir, como ya te lo dije en alguna ocasión, que estabas traicionando a Alemania. La gente comenzaba a rumorear sobre nosotros y sobre nuestros orígenes judíos. Creo que hice lo más sensato.

Según se desprende de tus palabras, me culpas por no haber podido dedicarte a la química. No fue culpa mía que tu embarazo fuese complicado y la salud de nuestro hijo sea delicada. Eso te obligó a quedarte en casa, pero no sé qué otra cosa habríamos podido hacer. Me duele que no aprecies el gesto de agradecimiento que tuve hacia tu labor en mi libro. Te lo agradecí por escrito y siempre he estado muy orgulloso de tus conocimientos en química. Pero no me culpes si el mundo de la investigación no está hecho para las mujeres. Deberías estar muy agradecida por el hecho de haber podido estudiar lo que querías. Has sido una privilegiada, Clara.

También me acusas de poseer una ambición ciega y eso no es cierto. Soy un hombre de ciencia, por lo tanto, un hombre con curiosidad por la naturaleza y necesidad en avanzar en el conocimiento. Lo sabes perfectamente. No nos corresponde a nosotros decidir qué hacer con aquello que descubrimos. Ese conocimiento se lo debemos entregar a la humanidad, no nos pertenece. Como bien dices, mis descubrimientos han servido para paliar el hambre de millones de personas en el mundo. ¿No te vale con eso? ¿Quieres que todas las aplicaciones de mis investigaciones sean destinadas a hacer el bien? Pues no luches contra mí. Lucha contra el gobierno, son ellos los que han ideado la forma de matar utilizando gases. Yo no me podía negar. Y lo sabes. Sabes que si yo me hubiera negado tendríamos problemas y, además, se lo pedirían a otros científicos, lo mismo que ocurre en el bando enemigo. ¿O crees que los aliados no están trabajando en ello? Los científicos nos debemos a nuestro país en tiempo de guerra, no hay otra alternativa.

Dices que he matado a más de cinco mil soldados. ¿Cómo puedes acusarme de esa manera? Yo no he sido el que ha dado la orden, ni siguiera, repito, el que ha tenido la idea. Clara, ya sabes que a lo largo de la historia no todos los avances científicos y tecnológicos han sido aplicados bajo criterios justos. Pero la ciencia no tiene nada que ver en todo eso. La ciencia, deberías saberlo, es objetiva y neutral, nos debemos a los datos, a las teorías, al método científico. Esa es nuestra labor. No tomamos decisiones políticas.

Hasta siempre, mi amor

Fritz Haber

En respuesta a la carta de Clara Immerwahr escrita por: https://cienciamiuda.com/2021/04/22/carta-de-despedida-de-clara-immerwahr/

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