VIRUS Y MURCIÉLAGOS
Los microorganismos que nos provocan
enfermedades infecciosas a los humanos, en ocasiones, provienen de animales. Es
lo que se conoce como zoonosis. Uno de los que más contribuye a ello es
el murciélago, del que se conocen, de momento, más de 1.200 especies.
Este mamífero volador realiza funciones ecológicas importantes de las
que nos beneficiamos, como polinizar plantas, diseminar semillas y acabar con
plagas de insectos, entre otros. Algunos murciélagos frugívoros, sin embargo,
dañan una gran variedad de frutos silvestres y de cultivo y contaminan los
alimentos humanos con sus excrementos. Pero lo que más preocupa de los murciélagos es su capacidad
de transmitir enfermedades infecciosas a los humanos.
Y es que los murciélagos son un reservorio
natural de un gran número de virus que en numerosas ocasiones acaban infectando al ser
humano. Pero antes de hacerlo, los virus pueden permanecer mucho tiempo
alojados en un murciélago; para llegar al ser humano necesitan huéspedes intermediarios más próximos al humano, como los
cerdos, las aves de corral o los mosquitos. También es necesario que las
condiciones ambientales sean las adecuadas para su transmisión como son la humedad,
la temperatura y la presión atmosférica, entre otros.
De los 600 virus que provocan más de 600 enfermedades
entre mamíferos, los murciélagos son los animales que transmiten el mayor número de éstas. Lo curioso es que
los murciélagos son grandes portadores de virus, pero parecen ser inmunes a
ellos. No se infectan y no mueren por causa de los virus que portan. Existen
diferentes teorías que explican esto, pero hasta el momento, ninguna confirmada.
Algunas de las enfermedades más importantes y más mortíferas para el ser
humano tienen su procedencia en los murciélagos. Entre estas enfermedades encontramos,
por ejemplo, la enfermedad por virus de Marburgo, con una tasa de letalidad
cercana al 80%. El virus de Marburgo se transmite de los murciélagos de la fruta a los
seres humanos y se transmite entre humanos a través de líquidos corporales.
También se considera que los huéspedes naturales del virus del ébola son los murciélagos frugívoros, entre otros
animales.
Los murciélagos también están detrás de varias
enfermedades infecciosas respiratorias como la gripe aviar, con una tasa de
mortalidad del 70%. Los huéspedes intermedios de la gripe aviar son las aves de corral
principalmente, pero también los cerdos y los gatos. Una de las variaciones de las numerosas
mutaciones de este virus es transmisible entre humanos. Un ejemplo de ello es
la gripe aviar H5N1 que apareció en el sur de China en 1997.
Los coronavirus son otro tipo de virus que
pueden ser transmitidos por los murciélagos. Así ocurrió con el SARS (Síndrome Respiratorio
Agudo Severo) y el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) en 2002. Especialmente peligroso
el MERS, ya que hubo personas infectadas que no presentaban síntomas y que, como
consecuencia, ayudaron a su rápida expansión.
Ahora es el turno del SARS-CoV-2, el
coronavirus que causa la enfermedad de Covid-19. Tras darse el primer brote en
China, en la ciudad de Wuhan a finales de 2019, el virus se propagó rápidamente por muchos países de manera que la
OMS declaró la pandemia el 11 de marzo de 2020. Se cree que el virus proviene de un
murciélago, el murciélago de herradura concretamente, pero aún está sin aclarar cuál ha sido el huésped intermedio. Los
mercados en los que se venden animales vivos, algo habitual en China, suelen
ser los focos principales de transmisión del virus de animales a humanos.
La actual pandemia es un ejemplo claro del
peligro al que nos enfrentamos y las expectativas no son buenas. La deforestación, el cambio climático, el aumento
constante de la población y su alta movilidad son factores que aumentan el riesgo de este tipo
de transmisiones de enfermedades infecciosas.
No hay duda de que los murciélagos juegan un papel
fundamental en la transmisión de muchas enfermedades infecciosas. Cada vez se conocen más especies de murciélagos y cada vez se
conoce con mayor precisión qué microbios patógenos albergan. Pero aún hay mucho por conocer, nuevas especies y nuevos virus. De manera que
la vigilancia estrecha de estos y otros animales, la investigación y la educación son las mejores
herramientas que tenemos para intentar prevenir futuras pandemias que puedan
afectarnos.
Fuentes: https://microbioun.blogspot.com/search?q=murci%C3%A9lago
Fuentes: https://microbioun.blogspot.com/search?q=murci%C3%A9lago
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