UNA ENFERMEDAD MÁS, UNA PANDEMIA MENOS


La gripe A, o gripe H1N1, la añadimos a la lista de nuevas enfermedades infecciosas, pero ya podemos tacharla de la lista de las pandemias. Ayer mismo, 11 de agosto, la OMS dio por finalizada la pandemia de gripe H1N1, tras 16 meses de intensa lucha.

El nuevo virus, de origen porcino, había empezado a producir casos de gripe en el mes de marzo del año pasado en México, y a partir de mediados de abril se extendió por todo el mundo. Esta variante de la gripe, provocada por una mutación del virus en animales, ha conseguido pasar a los seres humanos, con más de millón y medio de casos confirmados. El número de muertes que ha ocasionado no se sabe con certeza; contabilizados son más de 19.000, pero se estima que haya podido provocar cerca de medio millón en los más de 200 países en los que se ha manifestado.

A diferencia de la gripe estacional de tipo B, la que todos los años nos visita, más del 90% de casos y de hospitalizaciones se han producido en población menor de 64 años. La tasa de mortalidad, estimada en un 0,02%, la califica como mucho menos letal que la gripe estacional, que cuenta con una tasa del 1-2% entre las personas mayores.

El virus de la gripe A se transmite por las gotículas que expulsamos al toser, estornudar y a través de las mucosidades. El promedio de personas que un infectado podía contagiar ascendía a algo más de 2, según las primeras estimaciones que se realizaron en México. Meses más tarde, la OMS rebajó ese número al intervalo comprendido entre 1,2 y 1,6.

Este parámetro, representado por R0, es uno de los valores esenciales para el estudio de la evolución de las enfermedades infecciosas. Conseguir que R0 disminuya, por ejemplo, con el aislamiento o con medidas de distanciamiento y protección, es determinante para poder luchar contra una enfermedad infecciosa.

16 meses desde el primer caso y 14 meses de pandemia, desde que la OMS la declarara el 11 de junio de 2009. Durante todo este tiempo se ha buscado sin descanso un tratamiento efectivo y una vacuna que nos protegiera contra este nuevo patógeno. Al tratarse de un virus muy parecido a los que provocan las gripes ya conocidas algunos fármacos existentes han dado buenos resultados. En cuanto a la vacuna, se espera poder disponer de ella en unos meses, ya que solo se deberán modificar las que ya se están utilizando a día de hoy para prevenir otros tipos de gripe.

No sabemos cuándo aparecerá un nuevo virus que ponga en estado de alerta a todo el planeta. No sabemos qué clase de virus será, dónde surgirá, qué letalidad o tasa de contagio tendrá. Lo que sí sabemos, porque así lo advierten las personas expertas en microbiología y epidemiología, es que una nueva pandemia llegará. Esperemos que la experiencia adquirida durante la pandemia de la gripe H1N1 nos sirva para estar mejor preparados y preparadas.

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