¿UNOS GUSANITOS PARA LA PELI DE HOY? NO, GRACIAS

Ya sé que en otras culturas se comen, que dicen que están deliciosos, pero no, gracias. Y me dirás, pues aquí bien que nos comemos caracoles que horas antes hemos visto babear. Pero a mí, esos también me producen rechazo. Como mucho, los caracolillos. Esos sí, están de muerte. Y vale, esos pueden ser equiparables a ciertos insectos diminutos que se comen en otros países, pero, que queréis que os diga, con eso no puedo.

Y hay que reconocer que, si le pones un poco de interés al asunto y te preocupas por conocer su valor nutricional, encuentras bondades innegables. Es lo que he descubierto en una página web de venta de insectos onlineQuizás no estamos preparados todavía para toparnos con estanterías de insectos en el supermercado del barrio, y los amantes de estos bichitos prefieran comprarlos sin que se enteren sus vecinos. Y es que esta web, y no es la única, tiene muy buena pinta (la web, no los productos). 

Todo me ha llamado la atención y es difícil destacar alguno de entre sus productos. Pero quiero mostraos al menos tres para que os hagáis una idea (también recomiendo una visita rápida online, sin oler y sin probar, tranquilos). Eso sí, me ha parecido un poco caro esto de comer insectos.


Descripción de los productos: Cerveza con proteína de insectos (4 ). Orugas Mopane (11 , 30 g). Piruleta con escorpión sabor arándano (7,50 ).

Como si estuviera interesada en comprarlo, he elegido un bote que dice contener Gusanos Buffalo y sí, parece estar lleno de ellos. Liofilizados y crujientes, listos para comer. Destinados a consumo humano. Menos mal que lo especifican. Así, como si fueran palomitas, mientras vemos una peli en casa, un puñadito de gusanitos y para adentro. 

Es curioso, pero como ya tenemos los ojos entrenados he reconocido fácilmente los ganchos que utilizan para vender: sin gluten; sin colorantes artificiales, saborizantes ni conservantes; y sin glutamato monosódico (por cierto, recomiendo ver este vídeo sobre el síndrome del glutamato monosódico ).



En la información que acompaña a este producto, se detalla el nombre científico del insecto: Alphitobius Diaperinus. El origen es Países Bajos y Reino Unido y dice ser un producto ecológico proveniente de poblaciones silvestres sostenibles y alimentados orgánicamente. Producto que cumple con todas las normativas sanitarias vigentes en Europa y España. 

Pues sí, proteínas está claro que tiene. Este bote de 20 g tendría unos 11,24 g de proteínas. Está muy bien. Y es que los insectos son una buena fuente de nutrientes y, por lo tanto, pueden ser una alternativa al pollo, al cerdo, a la carne de vaca, e incluso al pescado. Son una buena fuente de energía y la proteína que aportan es de alta calidad. A eso se le añade que, medioambientalmente hablando, son muy ventajosos. La huella ecológica de los insectos es mucho menor y necesitan muchísimo menos alimento para producir la misma cantidad de proteínas que los pollos, cerdos o vacas. 

Están llamados a ser los alimentos del futuro, pero yo de momento, no estoy preparada para dar ese paso. Mi cerebro, de momento, se niega.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿FE CIEGA EN LA TECNOLOGÍA?

SER BUENOS ANCESTROS